El Castillo de Peñíscola, también conocido como el Castillo del Papa Luna, es una imponente fortaleza construida por los Templarios en el siglo XIII y ubicada en una península que se adentra en el Mediterráneo. Más allá de su importancia histórica, este castillo está envuelto en una de las leyendas más misteriosas de la Comunidad Valenciana.
El Papa Luna y la fuente de la inmortalidad
Tras ser destituido como Papa en el Gran Cisma de Occidente, Benedicto XIII, conocido como el Papa Luna, se refugió en este castillo durante los últimos años de su vida, defendiendo hasta el final su legitimidad papal. Según la leyenda, el Papa Luna no solo trajo consigo documentos secretos y riquezas, sino que también descubrió un antiguo manuscrito templario que contenía la fórmula de la «fuente de la inmortalidad».
Se dice que Benedicto XIII intentó recrear esta fórmula en secreto, utilizando plantas medicinales locales y agua de un manantial cercano. Aunque nunca logró confirmar su efectividad, la leyenda asegura que antes de morir dejó escondida la fórmula en algún lugar del castillo. Hasta hoy, algunos exploradores y visitantes sueñan con encontrar este enigmático tesoro.
El espíritu del Papa Luna
Otra parte de la leyenda sostiene que el espíritu del Papa Luna aún vaga por las salas del castillo. Muchos visitantes afirman haber sentido una presencia extraña o escuchado susurros en las noches de luna llena, como si el antiguo pontífice continuara vigilando su refugio y defendiendo su legado.
Un lugar lleno de magia e historia
Hoy, el Castillo de Peñíscola es uno de los monumentos más visitados de la Comunidad Valenciana, no solo por su belleza arquitectónica y sus impresionantes vistas al mar, sino también por las historias y leyendas que lo rodean.
Si buscas un lugar donde la historia se entrelaza con el misterio, el Castillo de Peñíscola es una visita obligada. Caminar por sus pasillos y contemplar el Mediterráneo desde sus murallas te hará sentir como si estuvieras dentro de un capítulo de su fascinante leyenda.